martes, 21 de septiembre de 2010

Ciclo

Se acerca el comienzo de la primavera y pensaba escribir la misma entrada del año pasado sobre el amor de primavera, la pelusa de los árboles y todo lo demás, pero enseguida me di cuenta que es mucho más fácil hacer un copy-paste del link de la entrada del año pasado. Así que si quieren una entrada sobre la primavera, entren acá.

Sigue siendo casi todo lo mismo, sólo que aún no empezó la primavera. Y he comprobado que lo del amor de primavera es cierto, en cualquier grupo de jóvenes hay una pareja nueva cada dos o tres días...

Y quería aclarar que no odio a la filosofía. Es más, creo que es muy útil. Pero no me gusta filosofar obligado para aprobar el curso; es lo mismo que comparar un partido de fútbol con amigos y la asignatura "Educación Física", odiosa como pocas. Prefiero filosofar y leer diferentes autores cuando tengo ganas de filosofar y leer diferentes autores, sólo eso...

Ah, cierto. Quería hacer un breve comentario sobre el paro de 24 horas fijado para el 6 de octubre: ME TIENEN HARTO. Debemos ser el país con número record de días en que no se trabaja. Me pregunto cómo pretendemos mejorar cuando ante cualquier reclamo ya se acude al paro y se deja de trabajar. Y ni que hablar de los paros de la educación; creo que deberían marcarlos a principio de año, así los estudiantes pueden planear con anticipación qué hacer todos esos días.

Capaz que suena un poco facho, pero me preocupa estar creando vagos. Ya bastante inútiles vienen los estudiantes hoy en día como para que los profesores falten todas las semanas, y todos los meses hagan paros (no me meto con las ATD, porque supongo que son realmente útiles). Así difícil sacar un país adelante, Y no me importa si alguien se molesta con mi comentario, pero media pila. Creo que ya todo el país sabe que se pretende un 6% del presupuesto para la educación pública, y me parece bien que lo pidan, pero dudo que seguir haciendo paros y paros y paros solucione el tema, al final los que más se joden son los estudiantes, que salen cada vez más burros...

Pero yo sólo opino desde el lugar de la minoría de los estudiantes (los otros se alegran de su ignorancia y mediocridad).

En algún momento seré alguien y veré qué hago. Por ahora me remito a dar mi humilde opinión en este blog, libre de grasas trans y reducido en calorías, color y gusto.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Filosofía

Vuelvo a escribir después de dos meses. Me siento como se debe sentir el jugador de fútbol que pasa tres meses sin jugar y vuelve a la cancha, oxidado, endurecido y lento. Sólo que lo mío es mental, no físico. En estos dos meses pasaron varias cosas que me tuvieron sin escribir. La primera, decidí dedicar por completo mi vida al estudio, esto es, en los ratos en que no estoy en el Facebook o jugando a la Pro Evolution Soccer me propuse estudiar en lugar de escribir en el blog.

Otro motivo que me tuvo fuera del blog fue encontrarme fuera del país. Ok, fueron 15 días que me fui a Tokyo. Y fueron en julio. Pero el viaje me hizo atrasarme en el liceo, y tuve que ponerme al día con millones de cosas, lo que me dejó el cerebro hecho una pasta inútil.

Pero bueno, vuelvo a la acción. Y hoy tengo un tema específico y todo...

El tema de hoy: odio la Filosofía. No tanto la disciplina como disciplina en sí; odio la asignatura filosofñia. Aunque a la disciplina en sí tambien le estoy agarrando asquito. Y no me explico por qué.

Creo que es porque me gusta química. Según mi encuesta, el 100% de los encuestados que demostraron cierto gusto por la química, odian filosofía. En términos de personas, creo que fueron 2 o 3... Pero el porcentaje es más que claro.
Es que, no se, cada vez que leo algún texto filosófico llego a la misma conclusión: esta gente no tenía tele, obviamente. Ni radio. Ni Internet. Ni novia, sobre todo. Es increíble la cantidad de pelotudeces que puede llegar a decir un filósofo promedio. Y ojo, yo siempre estoy con algo dando vueltas en la cabeza, preguntando y pensando. Pero de ahí al mundo de las Ideas de Platón hay varias dosis de drogas duras, no me jodan.
O peor, la relación entre el yo, lo Otro y lo Mismo de Emmanuel Lévinas, un "mostro". Todavía estoy tratando de aflojar el calambre cerebral que me produjo tratar de entender quién carajo es el otro que no es el mismo que es el yo que no es el otro que no se reduce a lo mismo y asi sucesivamente. Aaah, recaída. Calambre cerebral.

Estoy a punto de salir a matar a Aristóteles, o a Sócrates, o a cualquier griego que se me cruce en el camino. No, para, no todos los griegos tienen la culpa. Natalia Oreiro es uruguaya, y no quisiera que nadie me mate por eso; ya bastante castigo tengo con escucharla cantando en el último comercial que grabó. Sería tan, pero tan linda si fuera artista plástica, o mimo, o sordomuda. Pero se le tuvo que ocurrir cantar...

En fin, si no puedes con ellos, úneteles. No a Oreiro, claro; escucharla cantar de cerca debe ser como meterse brasas ardiendo en los oídos. Me refiero a los filósofos. Visto que cualquier divague puede ser tomado como ensayo filosófico, pienso escribir un libro sobre el tema. Algún día, después de tener el hijo y plantar el árbol. Porque lo más triste del caso es que estos tipos vivían de tirarse a filosofar; creo que si le digo a mi vieja que voy a ser filósofo y me va a tener que mantener el resto de mi vida no sólo me echa de casa, sino que me denuncia por tenencia de estupefacientes. Lo cual no estaría mal, porque de tenerlos podría venderlos, mantenerme y filosofar...

Pero si algún día me dan las bolas y la cabeza para pensar algo filosófico, lo escribiré. Probablemente de para sólo una entrada de blog, relativamente breve, y de calidad aún inferior a esta. Igual, cualquier gil es filósofo. Y si no, de última, me puedo dedicar al canto. Como Natalia Oreiro.








Pará pará pará. Me olvidaba. Hoy se cumplen 25 años del descubrimiento del fullereno.


Imagen: Wikipedia.*


No, digo nada más. Era un comentario que me pareció trascendente. Nada más. Salú, Mr. Fullereno.





*Cómo habré cambiado en dos meses, que hasta la fuente de la imagen escribo...