miércoles, 17 de agosto de 2011

Nostalgia


Agosto es un mes especial para la música en nuestro país, ya que desde los '80 se festeja la "Noche de la nostalgia". Si no están dispuestos a leer la página de Wikipedia, les cuento más o menos que es una fiesta en la que la mayoría de los boliches (o discotecas, o como quieran llamarles) pasan música de otras épocas, entre los '60 y los '90, generalmente. Lo bueno es que durante todo el mes las radios tienen la sana costumbre de pasar esta música, lo que permite a gente como uno, que no vivió esas épocas, a disfrutar de esta música en todos lados.

Obviamente esto también puede hacerse en cualquier otro mes con la ayuda de un simple reproductor mp3, pero ese no es el hecho. El hecho es que están casi todas las radios en la misma, hay programas especiales de televisión y la gente en general se suma a la movida.

También está el asunto de la escalada grotesca de precios para esa noche, en la que el precio de las entradas a los lugares se multiplica varias veces, razón por la que nunca salí esta noche y seguramente no lo haga tampoco este año (sin que ello me moleste).

Como hay para todos los gustos, también están las radios y los boliches que hacen fiestas "anti-nostalgia" y demás boludeces, pasando la música de hoy en día para los jóvenes de hoy en día, como cualquier otro día. Algo bastante carente de sentido, es lo mismo de todos los días, pero con otro nombre...

En fin, el hecho es que este es un mes para que todos los bichos raros musicales como yo puedan escuchar la misma música que en el resto del año, pero siendo parte de una movida masiva, con música vieja por todos lados. Un lindo viaje al pasado musical, sin necesidad de despegarse de Internet, los celulares y el sentido común a la hora de vestirse.

Para arrancar, les dejo un tema con el que tendría que arrancar cualquier recopilación de oldies: "Last train to London" de ELO. ¡Que lo disfruten!

domingo, 7 de agosto de 2011

Endorfinas

Hoy estoy tranquilo. No se, me siento como muy tranquilo. Es raro, no se me da mucho este estado. Supongo que son tres los factores que lo determinan.
El primero es que estoy de vacaciones. Al fin terminé el primer semestre de la facultad, salvé todos los exámenes y ya estoy inscripto para el segundo semestre. Fin del estrés por diez días (sí, sólo diez días, no es nada del otro mundo pero se siente como si fueran a ser dos meses). Ya sumé mis primeros puntos para el título, ahora a descansar.

El segundo motivo debe ser la edad. Esto de estar un año más viejo desde el viernes me debería haber cambiado de alguna manera, o eso cree la gente. Pocos se dan cuenta que sólo estas unas horas más viejo que el día anterior, pero no me voy a quejar, es un buen motivo para ver gente querida. Antes me empeñaba en dejar claro que los cumpleaños son días comunes y corrientes, pero desde que me dejo llevar por la costumbre de celebrarlos me siento mejor. Al fin y al cabo, si se festeja la Navidad, ¿por qué no habría yo de festejar mi nacimiento? Opa, hacía tiempo que no se me escapaba un comentario contra el cristianismo en el blog. Ya lo extrañaba un poco.

El tercer motivo, y creo que el que tiene mayor influencia, es que después de mucho tiempo volví a jugar al fútbol. Con amigos, fútbol 5, nada demasiado exigente, pero no me movía tanto desde hace mucho. Es genial cómo correr hasta quedar agotado lo deja en paz a uno, sin ganas de nada, muy tranquilo. Claro que durante el partido es otra cosa, hacía tiempo también que no me calentaba tanto por perder, que no hablaba tanto en un partido (de a ratos me creo el capitán y mando a todo el mundo, pero como no tengo un rendimiento que me respalde, nadie me da bola). Aún así me sentí bien. Benditas endorfinas.