martes, 21 de agosto de 2012

Lluvia

-¿Por qué llueve?- preguntó un día gris, mientras cruzábamos la calle de la mano.
-¿Qué te parece a vos?- le contesté, sin esperar una respuesta correcta.
-No sé, es mucha mucha agua que no sé de donde sale. ¿En la facultad no te enseñan eso?
-No, pero yo ya lo sabía de antes...Si querés te cuento.- le dije con mirada cómplice, y asintió abriendo bien grandes sus ojos de niño curioso. Así empezó la historia, una vez que estuvimos sobre la vereda.
-La lluvia -dije, mientras abría la palma de la mano (y él me copiaba)- son nubes, que aburridas de estar allá arriba, vienen a visitarnos. Las nubes están hechas de muchas, muchas gotas de agua, que pasan días y días en el cielo, mirando para abajo. En algún momento, de mirar tanto, les da curiosidad y quieren bajar un rato, entonces se tiran todas juntas, y llueve.
Me miraba maravillado, vi cómo se imaginaba todo el recorrido, la decisión de las gotas de ir todas juntas, todo. Pero en lugar de hablar, se quedó esperando más.
-A veces, en algunos lugares, hace mucho frío como para que bajen desabrigadas -seguí-, entonces las gotas se ponen sus abrigos blancos y suaves, y caen en forma de nieve.
Él nunca había visto nieve, pero todos sabemos más o menos cómo es la nieve, desde chicos ya.
-Otras veces, además del frío y el viento, las gotas no saben con qué se van a encontrar, entonces se ponen su armadura. Es ahí que bajan en forma de granizo. Y cuando son gotas muy, pero muy ansiosas, bajan todas juntas en forma de nube, a las apuradas, y se tapa todo de niebla -dije por último.
Asintió, pero algo no le cerraba. O sea, había seguido toda mi explicación, la había entendido, pero no le convencía. Se notaba en su mirada al cielo, empañada por la duda de todo pequeño filósofo.
-Entonces, ¿qué va a pasar cuando se terminen las nubes? Porque si bajan todas, no va a haber más ¿no? -me increpó.
No lo había pensado. Rápido, repasé esa parte de la historia, para que sonara coherente.
-Esa es la parte más misteriosa -le dije, y se le iluminó la mirada otra vez-. Cuando ya quieren volver a su casa, en el cielo, las gotas vuelven. Pero no pueden volver todas juntas, porque nos daríamos cuenta, ¿no? -pregunté mientras guiñaba un ojo, y sonrió-. Entonces, van volviendo a escondidas, una por una, hasta que se encuentran arriba y arman una nube otra vez. Se quedan un rato, unos días, y después se van de viaje, así recorren todo el mundo. ¿Qué te parece?
-Me parece muy bien -concluyó, con voz de Mickey Mouse, mientras yo respiraba aliviado-. ¿Eso lo sabías de antes? -volvió a preguntar, ahora con su voz interrogadora.
-Sí, me lo habían contado cuando era chiquito como vos -le respondí.
-¿Y no te lo enseñaron en la facultad?
-No, no me lo enseñan en-la-fa-cul-tad -le respondí, arqueando las cejas, como desde que empezó a conversar conmigo (y a cuestionarme) años atrás.
-Entonces no sé qué te enseñan -concluyó, como amo y señor de la razón que es desde que domina el habla.
Nos miramos y reímos a carcajadas juntos, como siempre, mientras veíamos el cielo despejándose. Las nubes sabían que sabíamos su secreto y decidieron irse de viaje. Todo tenía sentido.

14 comentarios:

  1. excelente explicación para el ciclo del agua.
    lindo para hacer un libro infantil.
    por qué no buscas un ilustrador y hacen algo juntos?
    el conejo, martimaginador, puede ser maco. (maco ya ha editado algo y tiene contactos con editoriales, pero para esto buscá a susana aliano casares)
    yo como cuento y para hacerlo fiel al ciclo, diría que tan curiosas empiezan a recorrer el mundo para conocer mejor, y recorren tanto que pasan calor y se evaporan. o algo así, el artista es usted.

    saludos!
    f

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    1. Muchas gracias! Puede ser lo de la evaporación, pasa que traté de no incluir palabras medio complicadas, como evaporar, o condensar, que son procesos complicados de agarrarle la mano...

      Me encantaría hacer algo así, pero el tema de la formalidad me mata. Viste lo que soy con la constancia de las publicaciones, no? Imaginame tratando de cumplir plazos o algo, terrible... Aunque sería algo con lo que me concentraría mucho más. Quién sabe!

      Saludos!

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  2. Hola Ale,
    concuerdo con f
    tu texto no tiene desperdicio, te lo digo como maestra de educación inicial que sufro con las publicaciones que hay hoy día para niños.
    Yo me lo imaginé con actividades al final de la historia, experimentos sencillos para ver el ciclo.

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    1. Muchas gracias! Y viniendo de una maestra, que nivel! No había pensado lo de los experimentos, y eso que es más mi área... Se pueden hacer cosas si, como evaporar agua y condensarla sobre algo frío, o inflar un globo, no sé, mil cosas.

      Voy a tener que dejar de putear en el Twitter del costadito, no sea cosa que lo vea algún retoño...

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    2. jajaajaj!!

      si, claro. Muchas cosas se pueden hacer. Los niños de estos nuevos tiempos tienen cada vez menos capacidad para el asombro. Hay que estimularlos a descubrir, qué mejor que a partir de las ciencias.

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    3. Muy, muy cierto. Hay que aprovechar esas cosas que se ven de diferente manera en una pantalla y en la realidad, si no, estamos en el horno jaja

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  3. NOTABLE en lo imaginativo.

    Saludo.

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  4. En el caso que no tomes lo aconsejado por f, en su defecto le contaré a mi hijo tu historia de forma oral. u.u

    :D

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    1. Oral o escrita, mi historia es libre de ser contada como quieras :) Como se me ocurrió a mí, se le podría haber ocurrido a cualquiera...

      (Por ahora, que no pierdo plata jajaja)

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  5. Qué lindo cuentito, Ale. Te felicito. Jugar con la imaginación e inventarle un destino a las nueves, es fantástico.
    Precioso, precioso.

    ¡Abrazote!

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Pase y diga lo que se le ocurra. Gracias.