martes, 3 de febrero de 2009

Sooooy Celeeeesteeee

Hoy pensaba escribir sobre el XLIII Super Bowl en el que se enfrentaron los Pittsburgh Steelers y los Arizona Cardinals, pero como no lo vi no puedo opinar con propiedad acerca del partido. Lo que se es que iba ganando Pittsburgh y que Arizona se lo dio vuelta faltando un minuto, pero que con un touchdown de los Steelers prácticamente en la hora el equipo de Pittsburgh obtuvo la victoria. Los Steelers no ganaban un Super Bowl desde el 2006, y Arizona nunca había jugado uno… Pero ta, hasta ahí vi el resumen de ESPN. Y hoy Uruguay le ganó 2 a 1 a Colombia por el Campeonato sudamericano, pero ese partido tampoco lo vi, así que tampoco puedo decir mucho. Hasta acá llega la sección deportiva de la columna de hoy.
En otro orden, ¡llovió! Hacía tiempo que no llovía, y justo se viene a largar cuando yo estoy afuera de mi casa, para mojarme con las escasas precipitaciones precipitadas. Pero aún así fue un ligero alivio para la reseca tierra. Hacía tiempo que no veía el pasto verde, y ya estaba aburrido de ese tono amarillento que toma cuando no recibe agua, por lo que yo era uno de los que estaba deseando que lloviera aunque sea época de vacaciones.
Aunque estas lluvias no solucionaron del todo la terrible sequía que atraviesa nuestro país, sirvieron para ver claramente dos características típicas del pueblo uruguayo… no, la solidaridad no es una característica de los uruguayos, ni el buen humor ni la amabilidad ni todas las estupideces que nos decimos a nosotros mismos para quedarnos contentos con nuestra condición de uruguayos, basta con subirse a un Cutcsa al mediodía para darse cuenta que todo eso son mentiras que les decimos a los extranjeros para que vengan a gastar plata y quedemos bien. Lo que quedó bien a la vista con estas lluvias fueron el egoísmo y el pesimismo que nos identifica tanto o más que la garra charrúa, el mate y Ultratón. Porque cuando la tierra se resquebrajaba de tan seca que estaba y las vacas estaban como los camellos de los Reyes desesperadas por agua y pasto, no faltó el/la idiota/o que dijo "No, que no llueva que quiero hacer playa" o "No, que no llueva que no me gusta mojarme" y cosas por el estilo. ¡IMBÉCILES! La gente desesperada porque se les desinflan las vacas y algunos llorando porque si llueve no pueden ir a pelotudear a cualquier playa montevideana. Dejate de joder, yo tengo ganas de que un día esté bien soleado y la playa repleta de gente y de repente se largo un diluvio tipo "arca de Noé" y se lleve a todos los plagas que van a la Malvín a molestar mujeres y robar carteras. Y a los turros que venden aviones de espuma plast, ¡por favor!

El otro punto, el pesimismo, se vio en tooooodos los que dijeron "Sí, llovió pero no alcanza". Y peor, los que salieron en televisión diciendo semejante pelotudez. Porque… ES OBVIO QUE NO ALCANZÓ, pero ¿me vas a decir que antes estaban mejor? No hinches las pelotas, quedate calladito y seguí haciendo la danza de la lluvia, pero no demuestres semejante uruguayez, porque algo es algo y aunque lo que quede en el vaso sea un fondo sin efervescencia, hay una parte del vaso llena, ¿o no?
Yo no entiendo a esa gente que se rompe la cabeza buscando algo que nos identifique como pueblo uruguayo y no ve algo que salta a la vista, nos abre los párpados y se mete para adentro de los ojos. El uruguayo es el ser más quejumbroso que ha pisado la Tierra, cuando hace frío porque el abrigo no alcanza, cuando hace calor no nos podemos sacar más ropa y los ventiladores hacen ruido y te vuelan los papeles. Si hay viento en la playa, se te mete arena en los ojos, y si no hay, no hay olas y el agua esta demasiado tranquila. Y ni que hablar de las estaciones: en verano mucho calor, en otoño extrañamos el calor del verano, en invierno nos jode el frío y en primavera puteamos (y en esto me incluyo) contra la pelusa de los árboles y su conspiración contra la raza humana. ¡No hay algo de lo que no nos quejemos! Si un partido de fútbol es una demostración de técnica y velocidad, falta pierna fuerte y virilidad. Cuando se están cagando a patadas, falta técnica y velocidad (¿?). Y como estos, cientos de miles de ejemplos más. ¿Quién no se quejó porque el ómnibus va muy lento y demoramos en llegar a donde queremos? Pero claro, si el tipo va rápido porque salió tarde de la terminal y llegamos 15 minutos antes, puteamos por dentro al chofer que nos hace comernos una espera de 15 minutos. Por eso siempre llego tarde a todos lados, porque así no me quejo. Lástima que los profesores no lo entienden y me dejan la falta…Y como estas hay más cosas que son bien nuestras y nada tienen que ver con Artigas, Varela o Ansina. Si hablábamos de fútbol, otro requisito para ser uruguayo es la mediocridad: pegarle al que sabe coordinar los pies con la pelota. ¿Cuántas veces he pateado a alguien porque me pasa como parado varias veces? Muchas, y no soy el único. En el área estudiantil, lo mismo. El que estudia para salir de las notas de una cifra, es un traga de mierda que vive leyendo y estudiando y un montón de bananadas que dicen los que se quedan entre el montón (y eso no me lo puede discutir nadie).¿Algo más uruguayo que el mate? Sin ninguna duda: la costumbre de etiquetar a los profesionales y, principalmente, a los artistas. "Esta es una banda de Rock Uruguayo" te dicen, y la banda queda estigmatizada para el resto de su carrera, condenada a tocar en el Pilsen Rock por el resto de su vida y con Buenos Aires como cima a alcanzar cueste lo que cueste. Si algún día tengo una banda, voy a cantar en inglés para que me no me puedan tildar de "autóctono" y me puedan escuchar en cualquier lado. O se piensan que Drexler ganó un Oscar diciendo que es uruguayo. El tipo hace mil años que está en España y mientras acá no lo escuchaba nadie se fue haciendo conocido en otros lados, entonces los críticos llegaron tarde y no le pudieron pegar un papel en la frente que diga "Made in Uruguay".

Los uruguayos tenemos la manía de abrazar las cosas que nacieron acá hasta su estrangulamiento. Es por eso que en La Hora de los Deportes pasan los goles uruguayos en el extranjero, para recordarles que nacieron acá y caminaron por 18 y orinaron en el piso del baño del Centenario, y que no importa qué tan lejos se vayan, los vamos a perseguir con un sello que diga "Soy uruguayo, yo miraba a Omar Gutiérrez" hasta que se retiren. Algunos podrán decir que esta conducta no es más que orgullo nacional. Yo les diré que escuchar a Julio César Gard diciendo en un tono monocorde que fulano hizo un gol en la segunda de Ecuador y que mengano hizo dos goles en la primera de Angola es enfermizo.
Y por último, algo más uruguayo que Charoná mismo: la impuntualidad. Y como yo no escapo a todas estas cosas que nombré porque soy uruguayo (y aunque no parezca, estoy orgulloso de serlo), publico la columna del lunes, un martes.

Hasta acá llegué. Los dejo con un fragmento extraído de la frase más conocida de una gran personalidad que influyó bastante en mi vida, principalmente en mi niñez:



"Soy el terror que aletea en las noches (…) Yo, soy el Pato Darkwing"

Drake Mallard

3 comentarios:

  1. fa, aguante las vacas bo

    cuauhshihua

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  2. fabio hacete cuenta blogger ¬¬


    tuvo bien, no tengo mucho para agregar que queres que te diga D:

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  3. soy la tostada que cae por el lado de la manequilla :)

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Pase y diga lo que se le ocurra. Gracias.