|
Humedal al costado del Río Solís Chico, que se ve al fondo. Sacada desde Las Vegas, Canelones. |
Cinco días en un camping casi desierto me alcanzaron para no querer volver. Es muy sano desconectarse cada tanto, mirar el paisaje y darse cuenta la cantidad de tiempo que pasamos amargados por nimiedades. Volví decidido a seguir así de tranquilo. Me viene saliendo bastante bien.
Al fin y al cabo el verano está hecho para no complicarse la vida, ¿no?
la vida está hecha para no complicarse la vida.
ResponderEliminar(si podemos...)
abrazo!
f
Pah, que envidia esa serenidad, yo pase estresado las vacaciones, pero termine saliendo bien, jaja.
ResponderEliminarSe te extrañaba ale, a ver que resulta de esa tranquilidad hecha entrada...
abrazo che
Yo que sé... me fui con mis amigas de vacaciones al camping (muy precariamente) (y cuando digo muy precariamente, hablo de no tener ni una miserable garrafita como para calentar el agua pal mate), y volví con sueño, dolor de panza, de cabeza, y con la cara colorada.
ResponderEliminarFeliz de haber visto a la chancha tocar, que hacía mucho que no veía. Y con la idea fija, de que este año me voy a romper el orto trabajando para veranear en una casa digna.
Bueno, voy a empezar a juntar plata desde ahora, porque lo del laburo lo veo difícil.
En fin, me alegro que sus vacaciones hayan estado lindas.
Abrazo grande.
¡Feliz febrero!
Anduviste cerca de mis pagos. Yo vivo en Piriápolis. Esa zona de humedales es preciosa y bastante tranquila.
ResponderEliminarSaludos y seguí sin complicarte ;)
f: cuanta razón tenés!
ResponderEliminarJavi: resultó una entrada unos días después, no pidas mucho más jaja
Juana: te pasaste de precaria! Y ahora querés alquilar una casa, veo que lo tuyo son los extremos jajaja
Ana Laura: Creo que estuve a medio camino entre mis pagos y los tuyos :) Tenés razón, es una zona preciosa, espero poder hacerte caso y no complicarme!