Dentro de todas las cosas que suele haber adentro de una casa, hay dos que me joden más de lo que quisiera. No es la impresora, con su costumbre de dejar de funcionar cuando más se la necesita, ni es el microondas, que vaya a saber uno qué cosa de Mandinga hace para calentar comida. A mí lo que me supera son los espejos y los relojes.
El espejo tiene esa cosa de armar un mundo igualito al de verdad, pero de mentira. En una imagen plana resume todo lo que tiene enfrente, y por si fuera poco, te da vuelta la izquierda y la derecha. Ni hablar de mirarse, que es la única manera de mirarnos a la cara y siempre lleva a preguntarse cosas. Me asustan y me intrigan los espejos, todo junto, pero no se comparan a lo que generan los relojes.
Odio los relojes. El reloj está ahí para recordarte, nada más y nada menos, que el tiempo se va. Que todo avanza, que cada segundo que pasa implica que queda un segundo menos hacia adelante, que tarde o temprano todo tiene un final. Que tenemos fecha de vencimiento. Que la humanidad tiene fecha de vencimiento. Que el Universo mismo, con sus leyes y su infinidad, tiene fecha de vencimiento.
Será por eso que llego despeinado y tarde a todos lados.
Que tema jodido el paso del tiempo. Mientras la inminencia del fin de la existencia la dota de un sentido sumamente profundo, pasamos toda la semana esperando que llegue el fin de semana. Cosas que pasan.
¿A qué viene todo esto? A que este año se cumplen diez años del lanzamiento de Mientras, el primer disco de rock que tuve, allá por sexto de escuela (cuando el disco ya tenía un año, pero son detalles). O sea, un disco que me acompañó durante prácticamente la mitad de mi vida. No puedo pensar en todas las cosas que me han pasado en diez años, que a fin de cuentas no es tanto tiempo; es como la octava parte de una vida promedio, o una nada en la historia del hombre, o una nada más chiquita en la vida del Universo.
Pero para mí es pila. Y es tremendo disco, así que dejo un tema. Hasta luego.
Crédito a quien corresponda. Supongo que a Buitres por semejante canción, y al que subió el video por ser tan buen tipo. Gracias.